Se avecina un desenlace emocionante en el grupo C, donde Nigeria, actualmente tercera, se juega el todo por el todo ante un sorprendente líder: Benín. Solo tres puntos separan a ambas selecciones, por lo que este encuentro decidirá el destino de la clasificación directa.
Nigeria dio un paso adelante hace unos días al imponerse a Lesoto por 2-1, un marcador que no refleja del todo su dominio. Nigeria disparó 16 veces, con 11 tiros entre los tres palos. Además, recuperaron a su estrella Victor Osimhen, ausente en septiembre frente a Sudáfrica. El delantero no tardó en marcar diferencias: firmó una asistencia y fue una amenaza constante.
Benín ganó con lo justo a Ruanda (1-0), colista del grupo, en un partido donde generó muy poco: solo un disparo a puerta en 90 minutos y un 41% de posesión. Lejos de ser un equipo dominante, se salvó gracias a la fragilidad del rival. Enfrentarse a Nigeria cediéndole el balón puede ser una sentencia. En el partido de ida hace dos años Benín sorprendió con una victoria, pero en su última visita a suelo nigeriano fue goleado 3-0 en la clasificación a la Copa Africana de Naciones.
Nigeria llega más completa, más presionada y más preparada. Benín, pese al liderato momentáneo, no ha mostrado nivel para resistir ante una plantilla como la nigeriana, mucho menos jugando como visitante.